La rebelión de las máquinas (II) o “de los patrones mecanizados”
Terminó el acto en Rosario. Mucha gente. Discursos muy duros de las entidades gremiales. Y otra vez la autoidentificación por parte de Bussi y De Angelis como “pequeños productores”.
Ya intentamos una primera aproximación al problema en el post anterior, que generó un fructífero diálogo con Andy Tow. Muchas observaciones nos parecieron atinadas y estamos trabajando en ellas.
Mientras tanto, mientras revisamos algunos datos, presentamos algunas tablas de contingencia nuevas, que permiten incorporar algunos atributos más a la caracterización del conflicto con el campo.
La idea era desestimar un poco la idea de que los “pequeños productores” constituían algo así como las fracciones sociales correspondientes a la “pobreza rural”. Criticábamos el uso puramente descriptivo del concepto y sus ambigüedades operacionales y teóricas.
Otra variable importante en términos conceptuales y que hace al nivel y tipo de capitalización de una unidad productiva agropecuaria es el tipo de fuerza de trabajo que utiliza. En términos generales pueden dividirse dos tipos polares: familiar y asalariada. Cuanto mayor es la proporción de fuerza de trabajo asalariada, más probable será que nos encontremos ante una explotación con un nivel relativamente elevado de capitalización.
Veamos entonces que sucede al cruzar la presencia de cortes de ruta en los departamentos, según la proporción de asalariados que presentan (sobre el total de trabajadores empleados en las explotaciones del departamento).
Sin embargo en una segunda observación de los datos parece haber una cierta explicación a este fenómeno. Lo primero (en realidad, lo segundo, luego de la perplejidad que provoca la tabla 1) que salta la vista es que el nivel de asalarización de la fuerza de trabajo en la región pampeana es considerablemente elevado.
La mediana de asalarización de los departamentos de la región pampeana es elevada: 79%. Esto significa que el 50% de los departamentos tiene un porcentaje de asalariados que supera el 79% del total de la fuerza de trabajo empleada en las explotaciones de ese departamento. El promedio de asalarización es de 74,1%. A su vez se trata de una distribución relativamente homogénea, en tanto el coeficiente de variación es de 25%.
Es decir que la región pampeana presenta un elevado nivel de asalarización distribuido de forma relativamente homogénea, lo cual relativizaría (al menos en principio) la utilidad de esta variable como predictora de la presencia de cortes de ruta.
Sin embargo existe otra opción en el razonamiento: utilizarla como variable de control en la relación encontrada originalmente en nuestro trabajo: el nivel de mecanización de las explotaciones en los departamentos. Esto resulta convincente en tanto el nivel de mecanización como el de asalarización resultan dos indicadores del nivel de capitalización de las explotaciones agropecuarias.
Ahora bien, en términos teóricos es difícil establecer cuál de las dos variables es antecedente en el razonamiento. Justamente, porque ambas apuntan a una misma dimensión conceptual. Para evitar mayores disquisiciones, asumiremos un criterio puramente descriptivo: en tanto a) la relación que hemos establecido es la que existe entre el nivel de mecanización y la presencia de cortes de rutas y b) no parece haber sido posible sostener la misma relación para el nivel de asalarización y los cortes de ruta, tenemos, entonces dos objetivos: someter a prueba ambas relaciones, aunque con objetivos diferentes.
En la relación original (mecanización y cortes) intentaremos comprobar como se comporta, bajo el control de una tercera variable. En el segundo caso (asalarización y cortes), el objetivo es en alguna manera, el “inverso” del modelo típico de Lazarsfeld: aquí tratamos de verificar si esa ausencia de relación no es “espuria”.
En cambio, entre aquellos departamentos donde la asalarización es más baja la relación original se atenúa (aunque continúa existiendo sin desaparecer), en particular porque en aquellos departamentos donde existen bajos niveles de mecanización existe una mayor proporción (37,7%) que sí presentan la existencia de cortes de ruta.
De esta forma parece evidenciarse que los departamentos que mayor presencia de cortes de ruta muestran son aquellos que tienen un alto índice de mecanización, y al mismo tiempo, aquellos que presentan altos niveles de asalarización de la fuerza de trabajo ocupada en las explotaciones del departamento.
Una vez más, los datos agregados a nivel departamento permiten dar sustento empírico a la siguiente hipótesis: en los cortes producidos en la región pampeana parecen predominar aquellas fracciones sociales agrarias que tienden a corresponder a productores altamente capitalizados y con utilización relativamente elevada de fuerza de trabajo asalariada y no a “pequeños productores”, vulnerables y puramente familiares.
Comentarios
Ahora espero la "validación intersubjetiva" de nuestro datitos...
Saludos (ah, y esperamos ansiosos sus prometidas estimaciones)
Estuve tratando de procesar algunos datitos para cambiar un poco (aunque no tanto) el tema.
Mañana prometo postear alguna cosilla fresca.