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Mostrando entradas de 2011

Sábato, necrológica de un oscurantista

Teníamos pensado escribir algo sobre "el tío", como lo quieren lavar demasiados intelectuales. Teníamos pensado glosar algunos de sus ensayos para intentar, si no convencer de lo contrario, al menos matizar esa opinión tan generalizada acerca de que Ernesto Sábato era "progresista", "defendió como nadie los Derechos Humanos y la democracia". Teníamos pensado hacer eso... pero nos encontramos con ésta nota , que ya lo ha hecho y de manera contundente. Copiamos algunos párrafos que, creemos, ilustran nuestra posición. No vamos a "hablar" de los apoyos a las dictaduras, ni almuerzos con genocidas, tampoco vamos a hacer juicios estéticos (que como sabemos, son juicios de valor). Vamos a citar algunos párrafos de esta nota, que citan, a su vez, algunas posiciones filosóficas, éticas y epistemológicas de Sábato con la esperanza de hacer dudar, aunque sea un poco, de ese "progresismo". Pero Ernesto Sábato no fue un ser despreciable sólo

Una "lucha" de moda...

Leemos un artículo bien interesante de Marcelo Padilla, sociólogo mendocino, que plantea la cuestión blanco sobre negro al respecto del tema de la minería y los (mal) llamados "movimientos sociales" a su alrededor. El párrafo que, en nuestra opinión, lo sintentiza: Está asociado a lo negativo, por más adjetivaciones que la acompañen, como por ejemplo: “minería sustentable” o “minería no contaminante”. Nombrar la palabra ya es un insulto o un pecado, especialmente para cierto progresismo. Es más, hay militantes contra la minería que no les importaría un joraca si ésta se prohibiera bajo un modelo de acumulación neoliberal clásico. Es como los que luchan solo por los derechos de los paralíticos, como si bregar por tales derechos no estuviera ligado a todo un sistema, a una “totalidad” social que construye un sentido político según el rumbo de un modelo económico. Artículo completo, acá .

La campaña blogueril por la "libertad de pronósticos de inflación"

Me van a gritar fascista de izquierda, de derecha, stalinista, hitlerista, ya lo sé: me importa tres carajos. Ahora hay “campañas” ( acá, ac á y acá - n ótese cierto perfil compartido entre los promotores de la campaña ) por la libertad de expresión, dicen. Que tienen derecho a decir lo que quieran, como quieran y cuando quieran. Basados en el argumento liberal clásico (tan caro a los economistas de un amplio espectro ideológico/teórico) argumentan que ellos (individuos libres) o cualquier otro sujeto tienen el derecho de proclamar que la inflación (es el caso concreto que usan) del mes x del año z ha sido de y%. Donde los limites inferiores y superiores de y los ponen ellos mismos. Muy bien, sea. Es cierto, ellos “como individuos abstractos” tienen ese derecho. Pero el problema es que la sociedad (mal que les pese a los amantes del homoeconicus) no está “compuesta” de individuos abstractos. Hay individuos concretos y hay sujetos que no son individuales. Y no son lo mismo.